Más de 20 comunidades de vecinos de las calles Conde de Romanones y Doctor Cortezo se han unido para protestar ante la reforma del entorno de Tirso de Molina que está ejecutando el Ayuntamiento de Madrid y cuyas obras avanzan ya por la misma plaza. Estos residentes denuncian «el ninguneo» de las autoridades hacia quienes viven en la zona a la hora de planificar una actuación cuyos detalles se les han tratado de ocultar, según aseguran, y que consideran perjudicial para todo el barrio.
Una vez que lograron tener acceso al proyecto que el Área de Obras está llevando a cabo, estos vecinos presentaron por registro en el Ayuntamiento una serie de objeciones, así como unas propuestas sobre las que no han obtenido respuesta alguna. La pega más grande que encuentran a la actuación municipal es que supondrá la reordenación del tráfico en la zona ya que, según han podido conocer, está previsto el cierre del acceso al parking de la plaza de Jacinto Benavente por la calle Atocha, por lo que los vehículos que deseen acceder al mismo deberán hacerlo por Doctor Cortezo, para lo que deberán bajar por Conde de Romanones, girar a la izquierda por Tirso de Molina y volver a girar hacia el norte, lo que, según los vecinos, provocará el «colapso circulatorio» en la citada manzana, así como un mayor tránsito y más contaminación acústica y medioambiental.
Otra de sus críticas apunta a que Doctor Cortezo debería convertirse en calle peatonal, siendo la continuación natural del eje sin tráfico que ya une Fuencarral-Montera-Sol-Carretas con la parte alta de Lavapiés. Según estos vecinos, el Ayuntamiento obvia, por ejemplo, el hecho de que las actuales aceras de esta vía son incapaces de asumir la gran cantidad de personas que pasean a diario por ellas, una situación que se agrava especialmente a las horas de las entradas y salidas de los teatros que se encuentran en ella, de las sesiones de cine en Los Ideal y hasta de reclamos más recientes como el que supone el Museo de las Ilusiones. No se explican cómo la reforma no tiene en cuenta esta realidad que, aseguran, resulta peligrosa para los viandantes.
La plazuela que esta actuación creará en la confluencia de las calles Conde de Romanones y Concepción Jerónima también es cuestionada por estos vecinos descontentos, que rechazan la colocación en ella de bancos y su conversión en lugar estancial. En este caso, su descontento estaría motivado por el hecho de que creen que ese espacio tiene muchas probabilidades de convertirse en el lugar en el que se acaben reuniendo tanto muchas de las personas sin hogar que pululan por la zona como aquellas otras con problemas de adicciones, habituales también en el entorno. En este sentido, critican que la reforma de Tirso de Molina y alrededores no llegue con un plan de actuación social que trate de dar soluciones a estos sectores de población.
Tras la reforma de Tirso de Molina llegará la de Jacinto Benavente, un proyecto que aún no se ha acabado de redactar y del que poco se sabe todavía de forma oficial. Conectado íntimamente con la actuación en Tirso, las citadas comunidades de vecinos critican que ambos no se hayan dado a conocer a la vez, permitiendo saber así claramente las modificaciones previstas en todo el área. El Ayuntamiento apunta al verano como fecha estimada para presentar el proyecto de Jacinto Benavente, así como para que los vecinos puedan consultar el estudio de movilidad que le reclaman y que habría sido utilizado por las autoridades para planificar las actuaciones en ambas plazas.
Cristóbal Santos, presidente de la comunidad de propietarios del número 2 de la calle Conde de Romanones, es el portavoz de las comunidades de vecinos descontentas con la actuación municipal. Ingeniero de caminos jubilado, lamenta que una actuación como la de Tirso de Molina, con un presupuesto de 3 millones de euros, se esté realizando «de espaldas a ciudadanos y comercios» del entorno afectado, con cuya opinión no se ha contado. A su entender, y al de los vecinos que representa, estas obras «producirán más daño que beneficios».
Según Santos, cada vez son más los vecinos del entorno que se están sumando a la protesta y anima a cualquiera que desee información sobre el problema que denuncian a contactar con ellos a través de la siguiente dirección de correo electrónico: vecinoscentrotirso@gmail.com
OBRAS 20 AÑOS DESPUÉS
La restauración de la plaza de Tirso de Molina y la remodelación de su entorno (Conde de Romanones y Doctor Cortezo y, parcialmente, Colegiata y Concepción Jerónima) fue una de las promesas electorales de Martínez Almeida en 2023. Finalmente, el Ayuntamiento de Madrid la aprobó en Junta de Gobierno en octubre de 2024, encargando directamente a los técnicos municipales del Área de Gobierno de Obras y Equipamientos que dirige Paloma García Romero su ejecución.
En lo referente a la misma plaza, desde Obras y Equipamientos aclaran que la actuación que se está llevando a cabo es más una reparación de lo que está deteriorado, incorporando una serie de mejoras, que una transformación de la misma, por lo que seguirá mandando la anterior intervención realizada en 2006, que fue la que instauró en Tirso de Molina, entre otras cosas, el Mercado de las Flores que hoy la caracteriza.
Durante la rehabilitación, el Ayuntamiento ha prometido a los comerciantes de los puestos de flores que podrán seguir desarrollando su actividad, dado que se acometerá por parcelas y los quioscos afectados en cada momento serán trasladados a otro lugar de la plaza en caso de necesidad.
A su vez, las terrazas de hostelería que hay en el lugar han solicitado que los trabajos que deban realizarse donde se despliegan se lleven a cabo, en la medida de lo posible, en agosto, mes en el que baja su facturación.