La sociedad Gloriamundi Producciones adquirió los edificios de Buenavista 25 y Zurita 22 en septiembre de 2023 y poco tiempo después los inquilinos de ambos inmuebles, unidos físicamente entre sí por un patio, comenzaron a recibir burofaxes en los que se les comunicaba que sus contratos de alquiler no serían renovados cuando vencieran y que llegada la fecha deberían abandonar sus hogares con un mes de preaviso.

    Si bien un par de vecinos optaron por marcharse, la mayoría decidió unirse para tratar de iniciar una negociación colectiva “que proteja por igual a todas las personas que viven en ambos edificios” y, asesorados por el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, se declararon «bloque en lucha», decididos a “no abandonar las viviendas aunque se terminen sus contratos y a resistir en sus casas hasta conseguir soluciones dignas para todas”.

    Paralelamente, tanto los residentes en ambos edificios como el Sindicato de Inquilinas iniciaron una campaña mediante la que hicieron pública su situación, denunciando, además, presuntas prácticas de «acoso inmobiliario para forzar a las vecinas a abandonar las viviendas» por parte de la propiedad.

    Mientras que a lo largo de 2024 no se han acercado posturas entre Gloriamundi Producciones y sus inquilinos, la sociedad ha procedido a demandar tanto a los vecinos como al Sindicato de Inquilinas por «un delito de injurias y daño al honor». Les solicitan 10.000 euros de indemnización.

    Este miércoles las partes en conflicto tendrán un acto de conciliación en los juzgados de Plaza Castilla y, a su conclusión, los demandados darán una rueda de prensa conjunta, si bien desde el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid dicen tener claro el motivo que persigue Gloriamundi, así como su respuesta: «Buscan acallarnos cuando únicamente hemos señalado sus ansias especulativas. Ante todo esto, lo tenemos claro: no nos vamos a callar. Debemos señalar a aquellos que nos echan de nuestros barrios para especular y convertirlos en pisos turísticos».

    En la actualidad son tres los pisos que ya están fuera de contrato y cuyos habitantes, siguiendo la estrategia del «nos quedamos», han optado por resistir en las viviendas, cuentan vecinos de este bloque en lucha antes de añadir que, pese a haberlo intentado, no han podido reunirse con sus caseros para negociar.