El edificio de Amparo 24, con vistas a la plaza de Nelson Mandela | FOTO: XLAVAPIES.COM
Desde principios de verano corría por Lavapiés un rumor que ha quedado confirmado: ha muerto José Martínez San Andrés, el propietario del edificio del número 24 de la calle Amparo conocido como La Quimera. El fallecido rondaba los 80 años y no deja descendencia directa, por lo que serían unos parientes lejanos, sobrinos, al parecer residentes en el extranjero, sus herederos.
Amparo 24 estuvo okupado y fue desalojado por efectivos de la Policía Nacional y de la Policía Municipal de Madrid hace ahora dos años, el 21 de septiembre de 2022, en ejecución de una orden judicial. Setenta personas fueron expulsadas -13 de ellas detenidas- por aquel entonces de un espacio que se había convertido en un foco de conflictos para el barrio y que desde entonces ha permanecido cerrado a cal y canto.
La muerte de su propietario deja abiertas ahora múltiples posibilidades. Entre ellas, que sus herederos decidan deshacerse del mismo o bien que sea el Ayuntamiento de Madrid el que mueva ficha para, de una u otra manera, hacerse con el inmueble.
De nuevo, los rumores apuntan a que los herederos de Martínez San Andrés podrían no estar interesados en aceptar un legado que llegaría con cargas y deudas. En cualquier caso, no será fácil localizar a todos sus posibles herederos, tarea que correría a cargo de un despacho de abogados y que distintas fuentes afirman que puede llevar años. Esas mismas fuentes aseguran que el fallecido habría acumulado un nada despreciable capital inmovilizado pero que no dejó un testamento bien definido.
Oficialmente, desde la Junta Municipal de Centro lo que se ha dicho, a instancias de xLavapiés.com, es que «el Ayuntamiento tiene voluntad de retomar las conversaciones para para poder hacer algo en el edificio, pero que se está a la espera de que se aclare la herencia«.
Con lo de «retomar conversaciones» a lo que se refieren las autoridades es a desbloquear una vía de negociación que muy pronto se vio que no tenía recorrido con el anterior propietario, quien tras volver a tener las llaves del edificio no tuvo un plan claro sobre lo que hacer con el inmueble, si bien nunca quiso ni venderlo ni poner sus viviendas en el mercado del alquiler tradicional ni cederle la gestión a la municipalidad.
En octubre de 2022 el grupo municipal de Más Madrid llevó al pleno municipal de Centro una propuesta, que fue rechazada, para instar al propietario de Amparo 24 a cederlo a la EMVS para dedicarlo a alquiler social y, en caso de negarse a ello, iniciar un expediente de expropiación. El PP criticó duramente que se pusiera sobre la mesa la posible expropiación, argumentando el entonces concejal presidente del distrito, José Fernández, que no procedía al “no estar el inmueble en riesgo de ruina”. Aunque todos los grupos políticos estaban de acuerdo en que dejar un edificio cerrado y deteriorándose en el centro de Madrid, a lo que habría que sumar el riesgo de que volviera a ser okupado, no era lo deseable, no se llegó a ningún acuerdo sobre qué se podría hacer con el mismo.
Edificado en los años 70, Amparo 24 nunca tuvo un uso residencial legal, mientras que con el paso del tiempo la propiedad se fue desentendiendo del inmueble hasta el punto de que resultó difícil contactar con la misma para convencerle de que interpusiera la denuncia que dio pie al citado desalojo.
Según estimaciones del portal inmobiliario Idealista, el edificio podría alcanzar un precio de venta en el mercado de más de 2 millones de euros -entre los 2.118.000 euros y los 2.588.000 euros-. El inmueble tiene tres plantas y 899 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 326 metros cuadrados.